TATUAJES Y TRATAMIENTO LÁSER

Un tatuaje está hecho por la infiltración de varios colores debajo de las primeras capas de la piel con fines cosméticos o decorativos. Algunas veces pueden ser causados por fragmentos de pólvora, explosiones, asfalto, cuerpos extraños o carbón.

Muchos métodos han sido empleados, incluyendo escisión quirúrgica, hasta la aplicación de ‘agentes blanqueadores’, criocirugía o ‘retatuaje’ con colores más claros que tratan de imitar el color de la piel. En la mayoría de los casos estos tratamientos han sido poco efectivos o dejan grandes cicatrices.

Lo que se consigue al aplicar el láser sobre el tatuaje es descomponer la tinta en pequeños fragmentos que serán reabsorbidos por el cuerpo y serán eliminados con el tiempo.

El láser Q-switched representa la última tecnología en tratamientos para remoción de tatuajes, pero se debe tener en cuenta lo siguiente:

1. En tatuajes multicolores se necesitan varias sesiones (5 a 10) y diferentes láser.

2. El intervalo entre sesiones varía entre 3 y 5 semanas.

3. La sensación que produce cada disparo láser puede ser algo parecido a las ‘salpicaduras de fritos’. Algunas personas necesitan anestesia en crema una hora antes del procedimiento. Puede haber escozor después de este y durar algunos días.

4. En algunos casos puede quedar una mancha roja hasta por 6 meses. La investigación en láser para tatuajes ha demostrado que este procedimiento es seguro pero no garantiza totalmente sus resultados.