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l ácido ascórbico es también llamado vitamina C. Su uso comenzó a  popularizarse cuando se descubrió que provenía de las frutas ácidas y que servía para el trata miento de enfermedades por carencia de este, como el escorbuto y otras.

Además se le asoció con mejoría de enfermedades de la piel cuando los pacientes lo estaban tomando para otras patologías.

Hoy día el ácido ascórbico se ha catalogado en las sustancias que pueden producir un efecto antioxidante a nivel celular. Su aplicación tópica en la piel depende de la estabilidad que se le haya dado a la molécula para que no se degrade u oxide con el contacto del aire.

Hay presentaciones especiales que evitan este proceso de degradación e incluso las más modernas hoy día encapsulan el ácido estabilizado dentro de micropartículas llamadas ‘nanosomas’ , mucho más pequeñas que los liposomas de hace 15 años. Se dice de él que es importante en la construcción de fibras colágenas y de la estructura elástica de la piel y tejidos blandos.

En su aplicación tópica ayuda a la homogenización del color de la piel y a disminuir los signos de envejecimiento dérmico. El ácido ascórbico viene en presentaciones que van del 10% hasta el 13%.

En mi experiencia, considero que es mejor usar los elaborados por laboratorios grandes y muy conocidos debido a que es muy importante el vehículo en el que se diluya el ácido ascórbico, o la parte de transporte a capas internas de la piel por medio de microesferas o nanosomas.

También difiero con muchos de estos laboratorios en la recomendación de uso de día; prefiero que se use solo en la noche para dejar la piel con PHs neutros y naturales con lo cual no se afecta la eficacia del protector anti solar.

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